Los artistas locales reviven el arte de Aguascalientes

Tuve la fortuna de conocer a Iván Pugga González en un viaje a Aguascalientes en 2018. En ese momento, mi enfoque era terminar los cabos sueltos de mi libro, Mexican Cartonería, pero su trabajo era muy recomendable y decidí echarle un vistazo. Lo que vi fue el comienzo de un renacimiento de la producción de cerámica en el estado.

Aguascalientes se extiende a ambos lados del norte y centro de México geográfica y culturalmente. No es conocido por la cerámica, pero tiene una historia importante aquí.

1) Una tradicion que existe desde que estaban los españoles

Los españoles trajeron aquí técnicas y diseños de cerámica vidriada como lo hicieron con Mesoamérica hacia el sur. Existen claras similitudes entre el trabajo tradicional de Aguascalientes y las tradiciones de mayólica más conocidas del sur y el este, pero es algo más simple, con menos influencias posteriores observadas en áreas como Puebla y Guanajuato.

Al igual que estos, la mayólica de Aguascalientes favorece combinaciones de colores como azul, rojo cereza, naranja, marrón, negro, amarillo y verde, pero el color de fondo tiende a ser más amarillento debido a los minerales locales.

La cerámica de Aguascalientes alcanzó su apogeo a principios del siglo XIX, tanto en cantidad como en calidad de producción. Los azulejos de los edificios más antiguos de la capital del estado dan testimonio de la industria, y el estado era uno de los principales productores de platos utilitarios en México.

Con la revolución industrial de México, la producción de cerámica logró mantenerse hasta cierto punto. Grandes talleres como Casa Terán y San Carlos se semiindustrializaron en el siglo XX, pero finalmente, la cerámica de Aguascalientes entró en declive. Para la década de 1970, el último de los talleres había cerrado, aparentemente para siempre.

2) Los artistas locales reviven el arte de Aguascalientes

Pasarían 50 años antes de que Pugga aceptara el desafío de investigar y revivir el oficio. Es artista de formación y actualmente enseña arte en el Instituto Cultural de Aguascalientes.

Después de aprender el trabajo básico de cerámica en 2010, los azulejos y platos del estado lo inspiraron a investigar y experimentar. Recorrió bibliotecas en busca de textos tan lejanos como la Ciudad de México y Guadalajara y buscó a los pocos artesanos que aún vivían de la antigua industria. En su taller elaboraba con sus manos lo que le decían los libros y su ojo adiestrado.

Ha logrado recrear procesos auténticos, utilizando materiales auténticos en el moldeado, el vidriado, la decoración y la cocción, con una excepción. Los esmaltes son modernos tanto por razones económicas como para que los productos no contengan plomo.

Cuando vi por primera vez a Pugga y su trabajo, su progreso había sido suficiente para crear artículos tradicionales, además de algunos diseños nuevos basados ​​en motivos de la cultura de Aguascalientes. Incluso hubo algunas piezas puramente artísticas. Las ventas ya habían comenzado de boca en boca, principalmente a turistas extranjeros a través de la Casa de Artesanías del estado y a restaurantes, hoteles y galerías.

A fines de la década de 2010, Pugga y su trabajo comenzaron a recibir cobertura de los medios locales y estatales. Ha recibido reconocimientos de instituciones culturales locales, estatales y federales, recibiendo premios y becas para proyectos de restauración. La suya es una historia de lo que puede ser posible con tiempo y determinación.

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